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POR MAÑANAS DE SOL Y SOCIALISMO
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jueves, 11 de noviembre de 2010

¡EN FILA PROLETARIOS!

Revolucion de Octubre por Leonardo Juarez.
Publicado en Nuestra Propuesta del 11/11/2010.

Eran las
tres de la madrugada. En la Nevski (una de las más importantes avenidas del mundo)lucían nuevamente todos los faroles de gas, el cañón de tres pulgadas había sido retirado y solo los guardias rojos y los soldados en cuclillas alrededor de las fogatas recordaban todavía la guerra. La ciudad estaba tranquila, como quiza no lo había estado nunca en el curso de su historia: ¡Ni un crimen, ni un robo fueron cometidos en esta noche!” (John Reed)

El calendario ruso (llamado de estilo viejo), de aquel entonces se diferenciaba en 13 días del calendario contemporáneo usado en todo el mundo. La revolución estalló el 25 de octubre de 1917 y de aquí su denominación: Revolución de Octubre.


En el nuevo calendario (de estilo nuevo), esta fecha corresponde al 7 de noviembre. Recordar esta fecha nos obliga a hacer algunas consideraciones: la Revolución Rusa, fue la síntesis casí no previsible de todas las contradicciónes del sistema capitalista, de un capitalismo desigual y combinado (Petrogrado era un espacio moderno en un país atrasado). Se ha querido mostrar por muchos años la idea de una revolución lejana, hecha en el último rincón del mundo, de manera deliberada, para dar idea de marginalidad geográfica (espacial) y económica, y por lo tanto, de escasa significación política en el conjunto de las naciones.


Lo cierto es que la Revolución Bolchevique se mundializó y se instaló en todos los despachos de las grandes corporaciones económicas y se convirtió en faro y en bandera de todos los luchadores y revolucionarios del mundo, unánimes a la hora de rivindicar su ejemplo, desde la Revolución Mexicana a los obreros de la Patagonia rebelde y la Semana trágica en la Argentina, pasando por los anarquistas Sacco y Vanzetti, por los obreros europeos y de todos los continentes, que la tenían como inspiradora y guía, porque había hecho realidad el poder obrero.


Junto a este reconocimiento, es bueno señalar que fue una revolución contra el dogmatismo, el mismísimo Gramsci se animó a calificarla como una revolución contra El Capital de Marx, porque no se sometió a los cánones teóricos de época que pontificaban que la revolución proletaria tendría lugar en países con mayor desarrollo de fuerzas productivas, Inglaterra o Alemania. El genio de Lenin, del Partido Bolchevique y los consejos de obreros, campesinos y soldados -soviets-volvieron a demostrar la importancia del valor de la acción consciente de los hombres, en la posibilidad real de transformar las sociedades.


El desarrollo del proceso revolucionario estuvo asentado sobre dos pilares fundamentales, el Partido Bolchevique y los Soviets. Estos últimos no solo proponían sino que también decidían y por eso fueron las más modernas de todas las formas de gobierno, porque supieron expresar las mayorías, pero también sintetizaron el pensamiento de la vanguardia. Sólo así se pudo lograr la epopeya de tomar el poder, sostener una guerra civil incentivada por todo occidente, que le costó catorce millones de muertes. Agrego aquí que junto al heroísmo del pueblo ruso hay que destacar la inmensa solidaridad de los pueblos del mundo.


A partir de la Revolución Rusa las relaciones humanas jamás fueron iguales en el mundo, se la puede considerar revolución de la igualdad, la primera que otorgó el voto femenino integral, la que legalizó el aborto y que, por lo tanto, permitió a más de la mitad de su población, las mujeres, alcanzar estas conquistas de carácter absolutamente de vanguardia.


En muchos análisis y recordatorios se afirma que la Revolución Bolchevique tiene una matriz política organizativa inspirada en la Revolución Francesa. En contrario de esta opinión, me permito sostener que la rusa fué una revolución no jacobina (el jacobinismo usó el terror contra la aristocracia para arrebatarle sus privilegios y luego lo usó contra los sansculotes, convirtiendo los privilegios aristocráticos en privilegios de la burguesía). La revolución burguesa se hizo inmediatamente conservadora porque quería mantener la propiedad privada.


La Revolución Soviética fue, a diferencia de la Francesa, la primera revolución total de la humanidad, porque no cambió la autocracia zarista por una constitución burguesa: cambió el capitalismo por un nuevo sistema. Confundir la Revolución Bolchevique con el jacobinismo nos conduce al infantilismo de izquierda.


Luego de la muerte de Lenin y en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial, en donde murieron entre veinte y veinticuatro millones de personas, la flor y nata de la clase obrera rusa y del Partido Bolchevique, la revolución fue tornándose cada vez más rusa, menos soviética y menos bolchevique, y esto tal vez explique, entre otros muchos factores, su implosión en la última década del siglo veinte.


El futuro libre y comunista de la humanidad, al que aspiramos, tiene y tendrá una deuda imperecedera con la Revolución de Octubre y esto nos permite afirmar que sus lecciones la hacen hoy más viva que nunca.


La Revolución y Lenin son inseparables, por eso me permito en este recordatorio, convocando a alistarse en la lucha a los proletarios del mundo, citar a Maiacovsky:


Y la muerte de Ilich fue
un gran aglutinador del comunismo,
y encima de los troncos
de un enorme bosque,
millones de manos sosteniendo su asta.
La plaza roja, la bandera roja
se elevan arrancándose
con una terrible sacudida de esa/
/bandera.
De cada uno de sus pliegues/
/nos llega, vivo de nuevo,
el llamamiento de Lenín.

¡En fila proletarios!

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